ENIGMAS DE LA HUMANIDAD
CUEVA DE LOS TAYOS
EN ECUADOR
Misterios y enigmas
La expedición tuvo una duración de treinta y cinco días. Se construyó a metros de la entrada, donde dispusieron sus carpas de investigación, un dispositivo que generaba electricidad.
Cada vez descendían más y más, con fin de descubrir algo referido a la geografía y la biología de la caverna.
Una información que se contrapone a todo lo anterior; aún cuando en su camino se cruzaron con una pared megalítica de dos metros y medio de altura y cuatro metros y medio de largo. Suena como una mentira, un invento, como si hubiesen querido tratar de encubrir algo.
Julio Goyen Aguado, un estudioso de las cavernas nacido en la República Argentina fue partícipe de la expedición en los primeros días.
Finalmente, se dijo que la Cueva de los Tayos no tenía relación alguna con la acción del hombre, que fue una creación de ríos subterráneos y de factores naturales en su totalidad. ¿Extraño, no es así?
Él aseguraba fervientemente que toda la investigación la mandó a hacer los líderes mormones y que la pagaron ellos mismos. ¿Por qué?
Porque las placas de metal que nombraba Moricz tendrían cierta relación con las que en la creencia de los mormones, el ángel Moroni le entregaba a Joseph Smith, el profeta; y casualmente también eran de oro.
Si nos ponemos a investigar, nos toparemos con que basándonos en el análisis de varias historias de los mormones, esos testimonios del pasado yacerían escondidos en la cordillera de los Andes.
Cuando todo estaba acabando, la conclusión a la que llegaron mató cualquier tipo de hipótesis que se quisiera probar, y se llevaron consigo unos 4 cajones de madera completamente cerrados y no les dejaron ver qué llevaban a los indígenas de la región, que se vieron timados, tomados por tontos, embaucados y despojados de vaya a saber cuántos años de historia.
Y Para colmo de todo esto, los alrededores de donde se ubica la cueva se llaman Morona, ¿se ve la similitud con el nombre del ángel anteriormente nombrado?
De cualquier forma el argentino sospechó todo el tiempo que estuvo vivo que el señor Hall era parte de una organización secreta del gobierno británico; una asociación de personas agrupadas en logias con un interés voraz por hallar las placas de metal.
El señor Armstrong pertenecía a la misma masonería.
Pese a esto, aunque vemos que la mayoría se interesaba en las planchas de metal, no es esta la razón que motivó las búsquedas en un primer momento sino que lo que se buscaba eran pistas sobre esas personas que existían debajo de la tierra y que elaboraron y grabaron las placas.
Entre ellos aún se mantiene en sus memorias ese acontecimiento tan doloroso. Creen que se sustrajeron muchísimas cosas de la caverna. Y hablando seriamente, lo más probable es que así haya sido.
El astronauta Neil Armstrong estuvo 72 horas en la expedición, y cuando tuvo que presentarse ante la prensa en un conferencia declaró lo asombrado que estaba, y que esos tres días en la Cueva de los Tayos fueron mucho más fuertes que su viaje a la Luna.
Entonces, para superar a semejante viaje fuera de la atmósfera, “algo” de gran peso tuvo que haber sucedido. Piénsenlo, es altamente probable que estemos ante un enigma encubierto.
FUENTE: investigación de https://www.andesenios.net/co/7.htm
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