ENIGMAS DE LA HUMANIDAD
LOS TUNELES DE PARIS
PARIS MISTERIOSO
Mientras por las calles deambula un gran numero de visitantes de museos y monumentos, a 22 metros de profundidad, donde la luz no alcanza a filtrarse, hay un mundo inhospito y tenebroso.
Son las entranas de Paris, una marana de subterraneos de 300 kilometros de longitud que abarca la casi totalidad de los 20 distritos de la ciudad.
Cuevas, criptas, alcantarillas y catacumbas se interconectan a lo largo y ancho de la capital, formando una extensa telarana a la que tan solo unos pocos tienen acceso.
Existen varias puertas, pero su entrada esta prohibida desde 1955 y vigilada severamente por la policiía.
A pesar de que la puerta oficial esta ubicada en la Place Denfert-Rochereau, al sur de la ciudad, los "cataphiles" o amantes de lo oculto acaban por colarse sigilosamente a través de algunas de las 26.000 bocas del alcantarillado.
La entrada ostenta esta inscripción: "Deteneos, es el imperio de la muerte".
La leyenda afirma que un ser fantastico vaga aun por la soledad de las oscuras galerias subterráneas.
Dicen que su aparición significa la muerte: quien lo encuentre puede tener la seguridad de que morira en el transcurso de ese mismo año, o de que perdera a un ser querido.
LEYENDAS DE BRUJOS
Se puede esconder un diablo en una botella? En el número 54 de la calle Manzarine vivía en el s. XVIII Alexandre Berbiguier de Terre-Neuve du Thym.
Segun narra el mismo en su autobiografia, este medio-brujo tenía su propio metodo para acorralar a los demonios y duendes que perturbaban su sueño: bastaba echar humo de tabaco a los ojos de las criaturillas que, de inmediato, caian atontadas.
Luego las metia en botellas con vinagre y pimienta selladas con "cera de España".
No seria posible recorrer las calles de Paris y hablar de demonios sin nombrar a los personajes mas famosos y emblematicos de la catedral de Notre-Dame: sus demonios-gárgolas, eternamente al acecho desde lo mas alto de las torres.
Cuenta la leyenda que la gargola era un dragon que devastaba continuamente un bosque de los alrededores de Rouen.
En el año 520, san Roman, arzobispo de la ciudad, decidio poner fin a sus correrias y consiguio amansar a la fiera hasta llevarla a la ciudad, donde fue quemada.
Lo cierto es que, bajo el nombre de gargolas, numerosos monstruos pueblan hoy en dias las alturas de Notre-Dame.
Ubicada en el distrito 1 de la ciudad, el mas clasico y elegante, esta grandiosa construcción está situada en la place du Parvis, donde se encuentra el kilometro cero de las carreteras nacionales de Francia.
Cabe señalar que delante del portico derecho se citaban los alquimistas del Medievo y que, desde lo alto de la decima galería, un extraño e inquietante personaje, ataviado con el gorro frigio de los misterios de Eleusis, observa en silencio la escena.
Nadie parecía perturbarse ante su presencia, porque era una estatua de piedra: el alquimista de Notre-Dame, representacion de los elegidos capaces de descifrar los arcanos de la verdadera ciencia.
FUENTE : M. Llor/P. Villarrubia
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