HECHIZOS Y RITUALES
RITUALES PARA ENTRADA DE DINERO
Todas las mañanas, quemar sobre la hornalla de la cocina, 3 dientes de ajo.
Tirar luego a un lugar que corra agua.
Cuando quede el cabo final de las cabezas de ajo, se deben quemar en la hornalla de la cocina, pidiendo algún pago que nos adeudan.
En el centro del decágono,se coloca la cantidad deseada escrita en tinta negra o lápiz, durante una hora.
Se coloca toda la noche, debajo de la almohada.
Y luego se guarda en la cartera, billetera.
Cuando se consiguió esa cantidad, hacer lo mismo, duplicando el monto.
Y, por supuesto jamás debe faltar ajo en los bolsos (3 dientes)
... Cuando sea la Luna creciente, coloca una moneda dorada, debajo de una pequeña vasija.
Quema en la vasija unas hojas secas de hierbabuena, una pizca de canela molida, cinco gotas de benjuí y una cucharadita de incienso.
Mientras se quema todo rascarás con tu mano derecha, la palma de tu mano izquierda, diciendo lo siguiente: Dinero vendrá y en mis manos se quedará...
Cuando todo se haya consumido, tomarás la moneda, la guardarás en tu monedero y la llevarás siempre contigo. Antes que pasen 28 días recibirás dinero por caminos inesperados...
Ritual
para que no falte el dinero
- una nuez moscada pequeña
- 3 monedas doradas
- tela que no sea de fibra sintética color amarilla (lino, algodón, seda, ...) aguja de coser e hilo amarillo
Preparación del ritual:
Debes hacerlo un día domingo a las horas: 1 u 8 o 15 o 22
Coloca
las tres monedas y la nuez moscada en el centro de la tela amarilla.
Luego debes coser la tela a modo de saquillo, por supuesto, con el hilo amarillo, de forma que quede totalmente cerrada.
Una vez que tengas el saquillo listo, lo tendras siempre
en el
sitio donde tengas tu dinero: billetera, caja fuerte, cajón, etc.
Si
la llegaras a perder, no repitas el ritual hasta
que no hayan pasado 3 meses.
Psicotrónica:
Imaginar que eres un gigantesco imán, al cual se le pegan los billetes, que caen desde todos lados.
Debes tener el sentimiento que manipulas grandes cantidades, que te los entregan en las manos.
Son los dos ejercicios que no fallan nunca para que uno pueda siempre tener lo necesario.
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