Si has llegado a desarrollarlo, sabrás que estar en paz contigo mismo es el primer paso para poder estar en paz con los demás.

Pero si no fuiste capaz de entender cómo funcionan las cosas, no te desesperes, pues nunca es tarde

para arreglar los asuntos propios.

Has pasado por un período de reconciliaciones. O conciliaciones.

Al menos, se te ofrecieron oportunidades para que halles la armonía.

Tal vez pienses que eso no es cierto,

que a ti nadie fue a pedirte una disculpa;

y es que las oportunidades estaban dentro de ti.

En tu interior se estaba gestando

la habilidad de manejar las energías y transformarlas,

para así conseguir un equilibrio interno.